Casado con la señora Margarita Díaz Talavera, originaria de Coronilla, procrearon una sola hija: Ma. De la Luz Amaya Díaz.
Desde muy pequeño aprendió a cultivar la tierra como principal actividad económica para mantener a su familia y se dedicó a la cría de ganado. El propio don Libo, como se le conocía cariñosamente en el pueblo les platicaba a sus nietos que durante su juventud también se dedicó a la arriería llevando y trayendo carga; de San Miguel Totolapan a Iguala ajonjolí y de regreso, mercancías para las tiendas de la localidad.
Era un hombre sencillo, versista con una voz fuerte que se distinguía por la facilidad que tenía para componer versos, por cierto bien rimados. El clásico versificador del pueblo, a sus sobrinos, a sus amigos y a la gente que hacia una cosa chusca o solemne él les hacia bonitos versos.
Bibliografía:
Ochoa Díaz Bolívar. (2007). Totolapan: Historia de un pueblo olvidado. Anaya editores S.A. México D.F. ISBN 978-970-95617-0-8. Págs. 214-219
Verástigue García J. Jesús. (2002). Breve historia del pueblo de San Miguel Totolapan y su municipio. Avance Impresiones S.A de C.V. Registro en trámite. Págs. 265 y 266