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SAN MIGUEL TOTOLAPAN DONDE El Chicharrón Truena!!
EL HOMBRE DEL CABALLO NEGRO
El hombre del caballo negro.

Prof. Demóstenes Montufar Peralta 
El autor se propuso a escribir una de tantas leyendas que se encuentran de forma oral y que más, una que sucedió en tiempos de su infancia y el personaje central del relato nos invita a describir el hecho más inverosímil y emocionante de la época actual, se llama Domingo Braulio Florentino (alias Mingo el mocho), originario de nuestro municipio y gran parte de la población totolapense, lo conocieron en una etapa de su vida, y quien es protagonista de esa experiencia que hoy se narra.
Este personaje con características muy sui géneris; trabajó como jornalero, vendedor de paletas, sirvió a la parroquia del pueblo, tocó las campanas de la misma, la hacía de tragafuegos, equilibrista parándose con las manos en la punta de la torre de la iglesia y otras más habilidades que tenía; la hacía de hierbero limpiaba a los enfermos, trabajó en los barcos que había en el rio balsas, etc.
De allí el interés de escribir algo anecdótico sobre el referido señor Domingo, este relato es para todos los que tengan interés y para el alumnado de nivel secundaria y los alumnos de bachillerato, puesto que desde el punto de vista pedagógico la leyenda puede el maestro (a) reforzar el conocimiento del estudiante en la cátedra de español en algunos bloques del programa del estudio oficial y de esta forma rescatar el gozo de nuestros hijos, las leyendas regionales que vayan saliendo de boca en boca y registrarlas para no perder esa costumbre oral de generación en generación y sean transmitidas a toda la población.


Eran los años de 1950 en la época de la siembra a finales de la estación de primavera y empieza el verano, mi padre sembraba sus tierras al otro lado del rio Balsas y por creciente y caudalosas aguas del rio, era costumbre de irse a vivir esa temporada al otro lado del río en el lugar llamado “las casitas” adelante del puente Lic. Luis Donaldo Colosio hoy en día.
Ahí se empezaban las labores de labranza, las primeras actividades era dar hoja seca que se desprende (de la mazorca), zacate seco y con lluvias iba creciendo la hierba se empezaba a pastar los animales (las yuntas), ya instalándose en las casitas se realizaba una vida normal de una comunidad en la que todos nos conocíamos y nos ayudábamos en varios servicios. En las noches nos sentábamos a cenar todos juntos como una familia después de la cena y antes de irse a dormir se acostumbraba a platicar en donde se contaban leyendas, chistes y cuentos de todo tipo.
En ese año recuerdo que mi padre contrató a un gañan llamado Domingo Braulio Florentino era responsable de arar la tierra y de todo el proceso de siembra del maíz.
Después de cenar una de las noches empezó el señor Domingo a relatarnos lo que le había pasado las noches anteriores sobre la aparición de un señor apuesto montado en su caballo negro. Como a las once de la noche tenía bastante calor y decidió darse un baño al río para refrescarse; hay una distancia de 250 metros aprox.
Después de que se terminaban los cuentos o charlas, el Sr. Domingo desaparecía, justificando su ausencia que iba a conseguir con los vecinos cigarros; pero la curiosidad hizo que me interesara en seguir preguntando de la aparición que había vivido; entonces prosiguió a contar lo sucedido, tomó el camino de ida que lo conducía a las aguas del río, aparentemente todo era normal, la luna clara pero había nubes negras, metió en el agua estaba fría nadó un buen rato y de repente la luna se ocultó sobre las oscuras nubes, presentía que no estaba solo que alguien lo espiaba y empezó a tener más frío, era ya cerca de las doce la noche, se salió de las aguas del río y emprendió el retorno a las casitas por el camino del callejón entre los bajiales de Don Guillermo Palacios y Don Ernesto Jaimes originario de la Tinaja (finados), ya para terminar el camino entre los bajiales había una especie de enredadera que abarca unos doce metros de largo, era una mata de vergel de hojas verdes muy fuertes, su tallo con espinas grandes y duras, era tan tupida que no se veía nada solo luces de churupetes o de luciérnagas, cuando entro en el espacio de la enredadera sintió que alguien lo seguía, el no quiso ni parpadear por los lados, menos ver hacia atrás; al fin salió del callejón obscuro y en ese momento se le presentó un jinete montado en su caballo prieto y con poca luz de los churupetes vio que relumbraba el pelo del caballo, sintió un escalofrío que recorrió su espalda y escucho una voz de ultratumba percatándose de que el que lo estaba espiándolo en el rio era la misma persona que de repente se le presento frente a él a la salida del vergel.
Como sucede cuando ocurre una manifestación sobrenatural el miedo que se tiene de pronto es indescriptible un sudor frio hizo estremecer al señor Domingo y sintió desfallecer, pero saco fuerzas para enfrentarse a lo que fuera lo que estaba al lado de él. Ya armado de valor levanto la vista de pronto la imagen que contempló lo paralizó de terror, se trataba de una caballo negro brillante, con los ojos espeluznantes y diabólicos que parecía arrojar fuego, era montado por una persona alta robusta, con amplio sombrero tipo chinaco, parecía tener los ojos rojos que le chispeaban, no le vio nariz, la boca; su rostro era solo un borrón que estremecía con solo mirarlo, el hombre misterioso que a un lado traía una capa negra o lo que fuera dejo mostrar una mano peluda con uñas larguísimas de gavilán en los dedos de la mano, su chaqueta con botones de plata así como las espuelas, con la impresión anterior, ya no pudo moverse ni hablar; todo ser estaba invadido de pánico alrededor del jinete y en su caballo había una absoluta e inmensa obscuridad y silencio que daba la impresión de tragarse cuanto estaba cerca.
De repente oyó que le dijo, oiga amigo quiero platicar con usted súbase a las ancas del caballo; otra vez con mucho esfuerzo reaccionó y le contestó que él había salido de la casa para conseguir cigarrillos, no te preocupes por cigarros yo te llevaré donde hay bastantes, y en ese instante con las pequeñas luces de luciérnagas lo miró y el hombre de negro le clavo la vista y volvió a decirle que se apurara a montar, medio sonámbulo no resistió y se subió atrás del animal, solo sintió un viento frio y escuchó el relinchido del animal, no supo cómo llegó a Cd. Altamirano y lo introdujo a un antro con muchas luces que parecían bolas de fuego; le ordenó sentarse en un banco mientras él se metió a un cuarto con una persona con cara de cabrío vestido de rojo.
El ambiente era candente, los parroquianos actuaban como autómatas o drogados, y los ojos se les veían saltones, con risas atormentadas que también vestían de rojo, tenia cola o era su vestimenta con esos atavíos.
Después de un rato salió con dos bolsas de piel de color negro en las manos, lo invito a que salieran y obedeció como un corderito, de repente estaban al aire libre, la noche seguía oscura y fría se oyó un chiflido y apareció el caballo dando un relinchido, volteó a ver atrás ya no había nada de salón, se montaron al animal con su voz ronca de ultratumba le dijo que las bolsas negras contenían mucho dinero que era para él a cambio claro está, de su vida y que por esta vez lo dejaba en libertad, en el mismo lugar que lo recogió, pero mañana a la misma hora te veo y te irás conmigo; toma esas bolsas y llévatelas es el precio por tu persona; en el instante como si saliera de ese hipnotismo invocando a SAN MIGUEL ARCANGEL,patrón del pueblo y protector de todos y sin tomar las bolsas que comprometían a perder su alma se postro humildemente ante la palabra del santo patrono, rogándole su ayuda para que fuera rescatado de ese sujeto, y para que no fuera molestado jamás; ya que siempre lo ha derrotado a ese Satanás de alma negra.
Empeño su palabra a ser su siervo para toda la vida; como prueba de su fidelidad a San Miguelito le tocaría las campanas el resto de su vida, y así lo hizo. Cumplió al pie de la letra su promesa, en ser fiel y fervoroso al Santo patrón, eso le salvo la vida que tanto le pedía el señor de las tinieblas. Se cree que al señor Domingo ya no se le apareció el diablo, su alma descansa en paz.   

ESPERO QUE LES HAYA RESULTADO INTERESANTE Y DE SU AGRADO, ME DESPIDO NO SIN ANTES AGRADECER AL PROF. BOLIVAR OCHOA POR COMPARTIR ESTA LEYENDA CONMIGO.

                                               TU AMIGO Y PAISANO

                                  ING.JULIO CESAR TAFOLLA ARELLANO

  
    
  
                            
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