HISTORIA DE NUESTRA IGLESIA
La primera debió construirse con adobes con techos de zacate de atacua, a iniciativa del fraile Francisco de Villafuerte que llegó a estos lugares hacia 1538, muy posiblemente el día 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel y se los dejó a los naturales de nuestro pueblo, como santo de su devoción. La segunda iglesia que pervive hasta nuestros días, debieron hacerla a iniciativa del Fray Juan Bautista que llego a esta tierras en 1552, catorce años después del Fray Francisco de Villafuerte. Fray Juan Bautista Moya construyó varias iglesias en la región de Tierra Caliente de Guerrero y Michoacán y no pudo ser la excepción nuestra iglesia.
Hay en esta historia cierta confusión por unas fechas determinantes en la construcción de la segunda iglesia. Los naturales de San Miguel Totolapan pertenecían eclesiásticamente al partido de Ajuchitlán, a éste le pagaban sus tributos y de ellos, de la gente de Ajuchitlán, dependía las elecciones que deberían de celebrarse en Totolapan, la hacían en aquel pueblo para elegir Alcalde y Gobernador de Totolapan.
Esta situación por demás incorrecta, obligó a los indios de Totolapan a dirigirse al Virrey en escrito de fecha de 11 de diciembre de 1685, en el que solicitaron separarse de Ajuchitlán por una serie de razones que exponían y que eran ciertas. En uno de los párrafos del escrito dijeron: “San Miguel Totolapan se haya con tal numero de tributarios, así como enteros y medios que no entran los viejos como van y que tiene el dicho pueblo, dos iglesias con pila bautismal….”, esto significa que la iglesia actual en 1685 ya estaba terminada y en servicio. Pero aquí está la confusión: el umbral de la puerta mayor tiene grabada la fecha de 1779; este lo colocan al terminar la totalidad de paredes y en ese lugar dejan una puerta y por ende le colocan el umbral. Surge una pregunta: ¿Terminaron la iglesia antes de 1685 y cien años después cambiaron el umbral? O este lo colocaron en 1779 al terminarla ese año. Bueno esto es lo que nos cuenta nuestro paisano Jesús Verástigue en su libro.
NUESTRA IGLESIA ACTUAL
Está construida de paredes de mampostería, es decir de piedra y mezcla, sus paredes son rectilíneas, no presentan ninguna cuarteadura y en las partes exteriores aún se conservan el aplanado original, mide 53.53 metros de longitud por 12 metros de latitud, su altura, al de sus paredes es de 13 metros en lo que respecta a las paredes laterales, las piñas en la parte más alta miden 15 metros, sus techos son de madera y teja, con pisos de mosaicos, su decoración es austera como todo el edificio, no corresponde a ninguna de las arquitecturas conocidas (barroco, churrigueresco o plateresco), esta carece de adornos exteriores e interiores, su fachada es bien sencilla casi lisa; la torre que está construida al lado derecho de la construcción mayor, la original que derribo el terremoto de 1964 como se ve en la siguiente foto era sencilla y sin adornos; la nueva construida aprovechando la base de la anterior es moderna de tres cuerpos y sirve de campanario.
El interior está decorado con pintura color beige pastel, combinado con guardapolvo color plomo, consta de trece altares destinados a diferentes santos según la devoción de los feligreses; el altar mayor está destinado a San Miguel Arcángel, se compone de un semicírculo de la base, sobre la cual descansa un nicho con vidrieras a los 6 lados, seis columnas que no pertenecen al arte jónico, dórico o corintio, sobre las que se colocó una cúpula que da cierta originalidad; dentro de la parte vidriada se encuentra el santo patrón San Miguel como se puede ver en la siguiente fotografía. Las paredes tienen un grosor de 1.35 metros, además la refuerzan seis contrafuertes colocados verticalmente en ambas paredes rectilíneas que se ubican de oriente a poniente, a 10 metros de altura y 1.5 metros de ancho.
Su atrio mide 115 metros por cada uno de sus cuatro lados; se bardeó a iniciativa de la señorita Amelia Vergara Jaimes, quien desde 1943 inició la construcción de la barda que hoy circula totalmente a nuestra iglesia; está hecha de piedra y mezcla, lo rematan unos barandales de fierro en todo el entorno.
